Acceder a préstamos rápidos en línea aunque figures en una lista de morosos

Tomando las mismas medidas de precaución que deberías tomar fuera de la red, puedes acceder a préstamos que son mucho más ágiles y permisivos que los convencionales.

Existen muchas formas legítimas de solicitar préstamos rápidos en España, siendo una de las más populares en la actualidad la opción de hacerlo a través de internet, alternativa que además ofrece otras ventajas como su extrema velocidad o la posibilidad de tener acceso a mini préstamos con ASNEF. Vamos a comentarte las distintas opciones que existen, las medidas de seguridad que has de tomar para encontrar entidades prestamistas de confianza y evitar engaños, y las razones por las cuales un crédito online puede ser justo la solución a tus problemas económicos puntuales.

Préstamos online. ¿Qué son y cuáles son sus ventajas?

Una de las más importantes, y por desgracia las que más aprovechan los estafadores para seducir a quienes buscan créditos online, es la naturaleza de estos como créditos pequeños y de rápida obtención. Son ideales ante imprevistos, puesto que tendrás el dinero en tu mano enseguida y podrás cubrir ese agujero que ha surgido de improviso.

Debido a los límites máximos que tienen estos préstamos (los cuales varían según el prestamista), no son lo más indicado, normalmente, para adquirir bienes inmuebles, aunque se adecúan a la perfección a la necesidad de enmendar algún descubierto de pago o afrontar gastos inesperados causados por sucesos que no se podían prever, o que pudiendo hacerlo, no se previeron.

Estos préstamos tienen la ventaja de que no exigen la cantidad de papeleo que sí es necesario al tramitar la solicitud y adquisición de un crédito por vías convencionales. En la mayoría de las ocasiones, basta con rellenar un pequeño formulario, y al poco nos llega el dinero. Que no haga falta tanto papeleo también significa que no se suele exigir un aval ni la domiciliación de la nómina, aunque en algunas modalidades puede ser necesario o aconsejable adjuntarlos. Aún mejor, podemos incluso obtener préstamos gratuitos, libres de comisiones, tarifas o intereses.

Los peligros con que te puedes encontrar y qué hacer para prevenirlos

Siempre que haya alguien desesperado o apurado, habrá un individuo de baja catadura moral dispuesto a aprovecharse del primero. Estos, por regla general, procuran ocultarse entre quienes de forma honesta buscan ofrecerle una solución. Y en internet, que carece de fronteras, las posibilidades para ocultarse de este modo aumentan. Hay una tremenda cantidad de entidades dignas de confianza en la red, con lo cual también se genera gran número de huecos donde los estafadores pueden colarse. Pero no desesperes; su disfraz no es perfecto.

Incluso si recurres a comparadores, mediadores, etcétera, podrías topar con un prestamista fraudulento a quien todavía no se haya desenmascarado. Debes comprender que es imposible para aquellos comprobar sin lugar a dudas la fiabilidad de estos, dado el gran número de entidades de préstamo que hay. Y de nada te servirá a ti que descubran al estafador cuando ya te ha estafado, ¿verdad?.

Así pues has de tener los ojos bien abiertos para identificar a las entidades indignas de confianza, tanto para evitar ser víctima de sus malas prácticas como para poder denunciarlas a la autoridad competente. Que no te de pereza la perspectiva de informarte bien antes de solicitar nada: ya que te ahorras mucho tiempo con estos préstamos, procura invertirlo cubriéndote las espaldas.

Tampoco necesitarás llevar a cabo una labor de investigación a la altura de Colombo. Lo primero es seleccionar aquellas entidades cuyas condiciones de préstamos te interesan, para a continuación cerciorarte de que sus datos están disponibles y son legítimos. Confirma de primera mano bajo qué autoridad está registrada, comprobando que esté reconocida y regulada por un organismo público competente y que no haya tenido relación alguna con actividades ilegales, ni la entidad, ni sus miembros o asociados, tanto pasados como presentes.

Si no localizas esta información que mencionamos acerca de su licencia y supervisión oficial, puedes dar por sentado que la entidad no es de fiar. Aparte, aunque la información que puedas encontrar en blogs, foros y demás puede ser de ayuda, no es tan fiable como la que procede de asociaciones de consumidores y órganos públicos (y a veces ni siquiera estas son la gran cosa).

En todo caso, nunca confíes en prestamistas que te hablen de triquiñuelas legales del tipo que sea, como la habitual oferta de que “su equipo de abogados se ocupe de sacarte de la lista de morosos sin recurrir a las vías habituales”, ni tampoco de quienes te exijan un pago por tu parte previo a la recepción del préstamo.

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