Cómo utilizar la tecnología para mejorar la logística de su empresa
En la actualidad, es indispensable recurrir a las nuevas tecnologías para que nuestra empresa sea competitiva. En todos los sectores existen tecnologías de última generación capaces de colocar a nuestra empresa en una situación de ventaja frente a compañías similares. El campo de la logística, por supuesto, no es una excepción.
Qué beneficios nos ofrece la tecnología
Reducción de costes y aumento de la producción
Las nuevas tecnologías nos permitirán acelerar los procesos logísticos y llevarlos a buen término con un menor número de trabajadores. La robótica, el Big Data, el Internet de las cosas o los ERP (software de gestión) pueden suponer una inversión inicial elevada, pero a buen seguro desembocarán en una reducción de los costes y un aumento notable de la productividad.
Mejora del servicio
Además de la reducción de costes, la tecnología nos da la posibilidad de ofrecer un mejor servicio a nuestros clientes: un almacenaje logístico más ordenado, un producto más accesible, un transporte más rápido y eficiente, etc.
¿Qué procesos logísticos podemos mejorar mediante la aplicación de las nuevas tecnologías?
Tracking de los productos
Actualmente, podemos realizar una trazabilidad del producto en cada una de las etapas de la cadena de suministro, añadiendo un control absoluto durante todo el proceso. Esto es posible recurriendo a tecnologías tan diversas como la identificación por radiofrecuencia, el internet de las cosas, el GPS o el blockchain.
Transacciones
Las transacciones pueden ser, más que nunca, un proceso sencillo y rápido; en algunos casos, instantáneo; gracias a sistemas informáticos de compra digital, procesamiento de pagos electrónicos y gestión de pedidos.
Planificación de rutas
Existen softwares especializados en la planificación de rutas de distribución y supervisión de transportistas que pueden mejorar la eficiencia del proceso.
Conclusión
Como hemos visto, la tecnología debe ser una de las principales aliadas de nuestra empresa. Sirviéndonos de ella, podremos mejorar los procesos y, por consiguiente, ser más competitivos. Si, por el contrario, nuestra empresa no se adapta a los cambios tecnológicos y no abraza las oportunidades que nos brindan los nuevos avances tecnológicos, nos iremos quedando atrás frente a otras compañías que ofrezcan servicios similares.