NEVA: La continuación de Gris, es devastadoramente hermosa

Neva es un hermoso juego de plataformas sobre la naturaleza y la decadencia que lleva a Nomada Studio al siguiente nivel. Las plataformas y el combate son lo suficientemente imprecisos como para distraerte de un mundo de peligrosa belleza, pero no tanto como para que no disfrutes del viaje.

Neva es el segundo trabajo de Nomada Studio, a quien quizás recuerdes por su hermoso y onírico juego de plataformas Gris . Neva no es una secuela literal de Gris, pero ciertamente parece serlo en un sentido espiritual, ya que también es un juego de plataformas flotante, ilustrado a mano y aficionado a las metáforas.

Neva presenta algo de drama, con combate y un sistema de salud (si bien no hay riesgos reales debido a los reinicios casi instantáneos), y aunque ni las plataformas ni el combate son lo suficientemente precisos como para ser buenos compañeros de cama, creo que deberíamos estar dispuestos a perdonar la mayor parte del desorden.

El tema del día es el ecologismo, un tema cada vez más agudo para la metáfora, y uno cuyas notas generales no han cambiado realmente desde que Tim Curry cantó Toxic Love en 1992. Neva parece particularmente poco original en este sentido porque está claramente influenciada por Studio Ghibli.

Los monstruos barrigones que se arrastran y corrompen el bosque son primos claros de Sin rostro de El viaje de Chihiro, la forma en que se apoderan de animales totémicos gigantes y los vuelven agresivos es muy al estilo de La princesa Mononoke, y ya que estamos con Mononoke debo señalar que juegas como una mujer guerrera del bosque que salta y salta y su mística mejor amiga, la loba blanca, la protagonista, Neva. Así que, ya sabes.

En cierto modo no me importó, porque si vas a copiar a alguien, probablemente sea mejor Ghibli que FernGully y, como Gris, Neva consigue ser dolorosamente hermosa por derecho propio. Viajas por el bosque en estaciones, cada una de las cuales cambia el aspecto y la sensación de los niveles 2D (me gustó especialmente el silencioso manto blanco del invierno). En cada caso, también presencias la devastación progresiva de la plaga que afecta a tu hogar.

Los enemigos negros y pegajosos se comen el núcleo mismo de los árboles y las formaciones rocosas, convirtiendo el mundo en un paisaje onírico en gravedad cero, en parte fantasía y en parte ciencia ficción. Los monstruos se fusionan en formas más grandes y sus secreciones se convierten en grandes flores monocromáticas en las que entierran sus caras, destruyendo el mundo y siendo comedores de loto mientras lo hacen. Me pregunto a quién podría referirse eso.

Pero como la chica que viaja con Neva, puedes contraatacar. Vienes con un esquive y una espada, que puedes usar para golpear a los monstruos que salen del suelo y te atacan. Un No-Face legalmente distintivo caerá con tres golpes, pero también puede animar los cuerpos de antiguos amigos del bosque: pájaros, ciervos, etc. Esta criatura no muerta correrá hacia ti y esquivarás las cargas y los ataques de área hasta que el zombi se canse y caiga, exponiendo un punto débil. El proceso es en gran medida el mismo para los minijefes y los jefes gigantes de temporada, que llevan una fuente de la plaga y deben ser eliminados antes de pasar a la siguiente parte del año.

A medida que pasan las estaciones, Neva se hace más grande y obtienes más habilidades en tu arsenal para ayudarte tanto en la lucha como en las plataformas. Obtienes un golpe de suelo, puedes ordenarle a Neva que ataque a distancia (lo que tiene usos secundarios, como activar plataformas de flores cronometradas) e incluso puedes montar a Neva y atacar o saltar desde su espalda.

Por supuesto, también puedes acariciar a Neva cuando quieras. Y con la excepción de las caricias, todo esto se combina en una compleja plataforma de ballet alrededor de raíces de árboles flotantes y cuerpos de animales congelados en pleno vuelo, mientras formas extrañas pasan de fondo. De vez en cuando te encuentras con una estructura construida, todas líneas rectas y ángulos que se elevan desde el paisaje por lo demás orgánico, y que a menudo presentan un nuevo y extraño desafío de plataformas.

Pero las plataformas, aunque de ensueño, son quizás un poco demasiado de ensueño para los desafíos más avanzados que presenta Neva en comparación con Gris. Hay flores parecidas a lirios que puedes encontrar e iluminar con un poco de plataformas adicionales, pero no siempre vale la pena el esfuerzo que requiere dominar el ángulo preciso de salto requerido. Pero esto tiene poco costo, mientras que esquivar en un ángulo ligeramente incorrecto en una pelea con un jefe puede volverse en tu contra.

Esto se ve agravado por el hecho de que se han hecho esfuerzos admirables para hacer que los enemigos sean tan hermosos (aunque de una manera retorcida) como el mundo mismo, y estos han tenido tanto éxito que puede resultar bastante difícil saber qué parte de ellos debes evitar. A menudo, la parte segura que debes esquivar consiste en una astilla entre la pezuña y el cuerno que debes enhebrar como una aguja. Neva termina sintiéndose más difícil de lo que debería ser, y no porque sea un juego de suspense al estilo Celeste por diseño.

Se convierte en un círculo vicioso, la sutil belleza del juego oscurece el agacharse y el zambullirse, y la tensión adicional que esto añade al combate hace que sea más difícil relajarse y disfrutar del flujo. Hubo una pelea contra un jabalí gigante en la segunda etapa que casi me mata, porque tu vida equivale a tres golpes en total, y varias veces activé la invencibilidad para poder disfrutar del mundo y la historia más fácilmente.

Estoy en peligro real de sonar desagradecido, porque el peligro era algo que quería más en Gris. Está presente en Neva, pero hay que ajustar los detalles antes de que alcance un nivel de grandeza digno de Ori And The Blind Forest, Juego del año, gira orquestal. Dejando eso de lado (que para ser justos es un gran «eso» en un juego de plataformas de acción), creo que Neva está un paso por encima de Gris. La experiencia en su conjunto es lo suficientemente atractiva y agridulce como para perdonar incluso el cambio de «todo fue un sueño».