¿Te suena el RD 56/2016 pero no tienes claro si tu empresa está obligada a cumplirlo?
Es una duda común y bastante importante. Este Real Decreto, en vigor desde 2016, obliga a ciertas organizaciones a llevar a cabo una auditoría energética obligatoria cada cuatro años.
¿A quién aplica exactamente el RD 56/2016 y por qué es necesaria una auditoría energética?
Este Real Decreto está dirigido a empresas consideradas grandes empresas. Es decir, si tu organización tiene más de 250 trabajadores o supera los 50 millones de euros de facturación anual y los 43 millones en balance general, estás dentro.
No importa si no estás en el sector industrial, esta obligación aplica a todo tipo de sectores, desde el comercio hasta la logística o los servicios.
Ahora bien, ¿Por qué es necesaria una auditoría energética?
Porque te permite conocer en detalle cómo y dónde estás consumiendo energía. Este análisis del uso energético es la base para poder detectar ineficiencias, mejorar procesos y optimizar el rendimiento de tus instalaciones.
Además, no solo es una cuestión legal, ya que te ayuda a desarrollar un plan de eficiencia energética adaptado a tu realidad. Y si estás pensando en avanzar hacia un consumo energético sostenible, esta auditoría es el punto de partida ideal.
¿Qué incluye una auditoría energética y qué ventajas tiene para tu empresa?
Una buena auditoría no se queda en revisar facturas, pues implica estudiar a fondo los sistemas de climatización, iluminación, maquinaria, procesos productivos y hábitos de consumo.
El objetivo es entregarte un informe claro, con propuestas concretas y cuantificadas para reducir el uso de energía sin comprometer tu actividad.
Veamos algunos beneficios de una auditoría energética que notarás desde el primer año:
- Identificación inmediata de fugas o sobreconsumos.
- Propuestas para mejorar la eficiencia sin grandes inversiones.
- Reducción directa de costes operativos.
- Mejora de la competitividad y reputación ambiental.
- Acceso a subvenciones para auditorías energéticas y mejoras energéticas asociadas.
Además, en muchos casos, este diagnóstico es imprescindible si quieres solicitar un diagnóstico energético subvencionado o acceder a ayudas públicas para autoconsumo, rehabilitación energética o eficiencia en procesos industriales.
¿Qué pasa si no cumples con esta obligación?
Ignorar el RD 56/2016 puede salirte caro. Las sanciones económicas por no realizar una auditoría energética obligatoria pueden llegar hasta los 60.000 euros.
Y no solo es cuestión de multas. También puede generar problemas si te presentas a concursos públicos o licitaciones donde se valora el cumplimiento normativo y la sostenibilidad energética.
Además, si tu empresa ya ha realizado una auditoría anterior, debes tener en cuenta que esta se debe actualizar cada cuatro años. Y no basta con hacerla una vez y olvidarte, es un proceso periódico que, bien gestionado, se convierte en una herramienta estratégica.
Así que, lo más práctico es contactar con una empresa especializada en eficiencia energética o una consultora energética que tenga experiencia con auditorías conforme al RD 56/2016.
Ellos sabrán cómo adaptarse a tu sector, evaluar tu consumo y ayudarte a cumplir sin complicaciones.
Piensa que una auditoría bien ejecutada puede ser el inicio de una transformación positiva. Menos consumo, es más ahorro
