¿Qué es la inclusión digital?
El crecimiento y la adopción generalizada de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) ha aumentado la importancia de la alfabetización digital en nuestra sociedad. Al mismo tiempo, ha arrojado luz sobre la brecha digital, que se refiere al abismo entre quienes tienen fácil acceso a las computadoras e Internet y quienes no. A medida que Internet se integra cada vez más en la vida de las personas, las comunidades y las naciones, es más importante que nunca garantizar el acceso universal.
La inclusión digital es un concepto relativamente nuevo que intenta abordar cuestiones relacionadas con la alfabetización digital y el acceso a las TIC. Mientras que la brecha digital se centra en el acceso a las TIC (o la falta de ellas), la inclusión digital debe ser un enfoque práctico, impulsado por políticas, que aborde las necesidades de las personas y las comunidades en su conjunto, generando el derecho de la inclusión digital.
De esta manera, la inclusión digital puede verse como un marco para abordar la preparación de las comunidades para adoptar plenamente la era digital. Esto no solo tiene beneficios socioeconómicos prácticos, sino que también puede servir para enriquecer la vida de las personas y las comunidades en su conjunto.
La inclusión digital tiene tres elementos críticos: acceso, adopción y aplicación. Juntos, estos elementos conducen al objetivo final de crear una sociedad más inclusiva digitalmente. El acceso incluye la disponibilidad y asequibilidad a nuevas tecnologías y derecho digital en la esfera pública y en el hogar. La adopción se refiere a la alfabetización digital y la seguridad del consumidor al acceder a Internet. La aplicación es la implementación de iniciativas de inclusión digital en educación, salud, seguridad pública e iniciativas de desarrollo económico.
La inclusión digital se puede promover de diversas formas. Las instituciones gubernamentales, como escuelas y bibliotecas, generalmente brindan acceso gratuito a tecnologías digitales, incluidos hardware, software e Internet de alta velocidad. Estas mismas organizaciones también pueden proporcionar contenido digital a sus respectivas comunidades, así como mejorar las habilidades de alfabetización digital a través de talleres y programas de capacitación práctica.
La integración de iniciativas de inclusión digital en áreas de necesidades de la comunidad, como los servicios de salud y empleo, también puede mejorar la alfabetización digital y el acceso a la tecnología. Esto incluye hacer accesibles los servicios esenciales, como la educación, el empleo, el comercio y el gobierno a través de las TIC o Internet.
A medida que se intensifica la revolución digital, los gobiernos, las organizaciones sin fines de lucro y las empresas verán la ampliación del acceso a las TIC con mayor urgencia para crear una sociedad más habilitadora y competitiva. Las Naciones Unidas ya han identificado a Internet como un derecho humano básico que debe extenderse a todos los ciudadanos del mundo. En particular, la agencia ha declarado que la «libertad en línea» es un derecho básico que todos los estados nacionales deben fomentar.
A pesar de que vivimos en sociedades industrializadas y avanzadas, enfrentaremos importantes desafíos con respecto a la inclusión digital. Millones de personas no tienen acceso a Internet de banda ancha, una estadística que tiene profundas implicaciones en el desarrollo económico.
A medida que el mundos continúe cambiando hacia una economía basada en el conocimiento, la inclusión digital será un área prioritaria para los responsables de formular políticas en cada nivel de gobierno. Al adoptar un enfoque práctico para la inclusión digital, los gobiernos pueden aprovechar la vasta infraestructura tecnológica para crear un consumidor y una fuerza laboral con más conocimientos digitales.