Reseña: Manic Mechanics
Ambientado en la caricatura de Octane Isle, este juego cooperativo de sofá es una carrera contra el tiempo en la que haces guardabarros originales, revitalizas motores y reconstruyes autos para transformarlos de cacharros maltratados en máquinas de sueños. No entre en pánico si prefiere trabajar solo, ya que esto también es posible, aunque ciertamente es más difícil.
De estilo similar a Overcooked, conduces a tu poderoso mecánico por los patios, supervisas las líneas de producción, tomas piezas oxidadas del transportador, las revives en las estaciones relevantes y las vuelves a ensamblar en vehículos para obtener puntos. Cada nivel ofrece sus propios desafíos únicos, cambiando constantemente las cosas. Podría implicar agregar o quitar piezas a su creciente repertorio de reparaciones, alterar el diseño de las estaciones de reparación o meterlo en un taller complicado lleno de trampas peligrosas que devorarán un tiempo precioso.
Las cosas empiezan fáciles y relajadas. Cada uno de los cinco vecindarios temáticos en el mapa terrestre presenta cinco niveles para ayudarlo a familiarizarse con nuevas herramientas y solicitudes. Estos culminan en una desafiante «etapa de jefe» donde pondrás a prueba todo lo que has aprendido en la nueva área mientras el Maestro Mecánico hace todo lo posible para evitar que los muestres. Desde electrificar los pisos hasta cambiar tus vehículos a mitad de reparación, debes encontrar formas de frustrar sus interrupciones y mantenerte alerta a las piezas doradas que generan el máximo de puntos.
Puede aumentar sus ganancias utilizando ‘artículos premium’ brillantes de la cinta transportadora. Estas piezas no requieren ninguna fijación o montaje previo antes de ser instaladas y, en general, valen más. También puede lanzarse y arrojar piezas a las estaciones de reparación para ahorrar tiempo, pero esto puede provocar derrames de aceite y crear un peligro de resbalones. Cada estación tiene una mecánica de uso específica, ya sea aplastar X para inflar neumáticos, sostener X para martillar o usar el palo para golpear en la dirección correcta. Esto hace que las cosas sean deliciosamente más complejas a medida que poco a poco comienzas a sentirte más abrumado. Esta función también se puede desactivar si cooperas con niños o personas menos diestras para simplificar un poco las cosas.
Es divertido explorar los vecindarios a medida que descubres secretos que te recompensan con opciones de personajes inclusivas. La música es divertida y animada, y varía según la zona, presentando más banjos en el país y guitarras aullando en la ciudad. El tema en sí se convierte en un gusano, y me sorprendí tarareándolo mucho después de jugar.
A medida que avanzas, la dificultad aumenta. Tendrás que arreglar varios coches al mismo tiempo en una línea de montaje y no podrás iniciar una nueva reparación hasta que todo lo que hay en las gradas esté terminado. Algunas soluciones requieren varios pasos, como cargar baterías para motores eléctricos o manejar microchips. Para aumentar el caos, los pisos giran o tienen grandes espacios en los que caerás o dejarás caer piezas. Incluso existe la posibilidad de que se incendie o que las baterías exploten. Además de eso, deberás esquivar tus propios derrames de petróleo, interponerte accidentalmente en el camino de tu compañero o arreglar la pieza equivocada porque estás mirando el coche equivocado. A pesar de todas sus mejores intenciones, pueden formular una estrategia que inmediatamente desaparece tan pronto como uno de ustedes ve un objeto dorado en la cinta transportadora (¡en caso de que lo necesite!). Todo es increíblemente frustrante de una manera emocionante mientras estás en pánico mecánico.
Manic Mechanics no reinventa la rueda; en cambio, lo explota. Es una experiencia cooperativa divertida y refrescante con personas que rompe con los temas centrados en la comida que vemos a menudo.
