Traducción humana vs. traducción automática
Hoy en día tenemos dos opciones a la hora de traducir un texto: hacerlo a través de un traductor automático, gratuito o de pago, o contratar los servicios de un traductor profesional.
A pesar de que hay voces que afirman que la traducción humana tiene los días contados, la realidad es que esto está muy lejos de suceder. Lo que un profesional aporta a la calidad de una traducción no es capaz hacerlo una máquina, y por eso los servicios de traducción humana están en alza. En concreto, en Shoptexto texto no cesamos de incorporar traductores —a más de 60 idiomas— para llevar adelante proyectos de diferentes áreas.
Para no tener dudas, veamos lo que aporta cada tipo de traducción, y sus ventajas y desventajas frente a la otra.
Traducción automática
Es el área de la lingüística computacional (especialidad cuyo objetivo es el desarrollo de programas que simulen el tratamiento humano de lenguaje) que se centra en la investigación de programas informáticos capaces de traducir todo tipo de textos de una lengua a otra.
Dentro de la traducción automática, existen diferentes métodos:
- Básica: el procedimiento más sencillo consiste en simplemente sustituir cada palabra de un idioma por la que tenga el mismo significado —o el más cercano— en otro.
- Mediante ejemplos reales: este sistema utiliza un gran número de ejemplos verídicos de empleo de una lengua —corpus lingüístico— y sus correspondientes traducciones; los analiza y compara con el texto a traducir para intentar reconocer frases enteras, expresiones propias del idioma, ambigüedades…
- Basada en el contexto: para determinar la traducción óptima de cada palabra, toma en cuenta las que están alrededor. Básicamente, va juntando las palabras en pequeños grupos, analiza con un diccionario los posibles significados y elige el que más sentido tiene. Vuelve a realizar el procedimiento desde la segunda palabra en adelante, y así sucesivamente.
Mezclando las técnicas anteriores y proponiendo opciones a la hora de realizar la traducción, como por ejemplo seleccionar de antemano el área técnica a la que pertenece el texto, algunos programas ofrecen traducciones cada vez más precisas. Sin embargo, siguen cometiendo imprecisiones y errores que restan naturalidad y fluidez a los textos finales. Adaptar el estilo al público objetivo, localizar errores en el texto original, resolver ambigüedades, detectar referencias culturales son, entre otras, cuestiones que se le escapan a un traductor automático.
Traducción humana
La traducción la realiza un traductor profesional, esto es, una persona que ha cursado y aprobado los estudios de Traducción e Interpretación. El propio nombre de la titulación ya lleva implícito que traducir no es simplemente pasar las palabras de un idioma a otro; sino que va más allá: necesita una interpretación del contexto implícito y explícito del texto para que el resultado de la traducción sea fiel al escrito de origen.
En Shoptexto apostamos por lo seguro y, para garantizar la calidad de las traducciones, nuestros traductores tienen, aparte de titulación, más de tres años de experiencia y son nativos del idioma al cual se va a realizar la traducción.
Como ya adelantábamos al principio, aún no ha llegado el momento en que la traducción automática pueda reemplazar a la humana; no obstante, eso no quiere decir que no tenga ventajas. De hecho, tiene dos: es más rápida y más barata. Frente a ellas, tenemos las ventajas de la traducción realizada por un profesional.
Ventajas de la traducción humana
- Evitar errores e imprecisiones: el traductor profesional es capaz de detectar los errores que pueda haber en el texto original y así impedir su repetición. De igual manera, elige el significado que mejor se adapta a cada frase tras valorar las diferentes opciones y el contexto del escrito, y así evita también las posibles ambigüedades.
- Adaptar al público: no se redacta igual un texto dirigido a profesionales médicos que uno para escolares. El traductor profesional tiene este dato en cuenta y, además de mantener el significado en la traducción, la realiza en el lenguaje más adecuado a los futuros lectores.
- Mantener la esencia del texto: una máquina no es capaz de captar las cualidades innatas de un escrito. No extrae sentimientos ni trasfondos; y por eso el que mantenga la esencia del texto queda a merced de la suerte. Sin embargo, un traductor profesional, haciendo gala de una de las cualidades humanas, sí es capaz de ver más allá de las palabras, determinar su naturaleza y mantenerla en el idioma de destino.
- Revisión: tras haber realizado la traducción, el profesional —el mismo que lo ha traducido u otro diferente (siempre es mejor un par de ojos diferente)— revisa el texto en busca de posibles fallos, incoherencias, erratas… que se hayan podido cometer. Esto aporta un plus de claridad y limpieza al escrito.
Todos los aspectos anteriores, ventajas de la traducción humana frente a la traducción automática, trabajan en la misma dirección, y es conseguir lo que podemos considerar la perfección en materia de traducción de un texto: que contenga el mismo mensaje, en el mismo tono y estilo, sin que se note que ha sido traducido.
Esto no quiere decir que la traducción automática no sea útil, porque sí lo es en determinados momentos: cuando necesitamos una traducción inmediata para simplemente hacernos una idea de lo que pone. Pero si lo que queremos es una traducción para mostrar al público, más aún si es para ofrecer nuestros servicios, deberemos utilizar los servicios de un traductor profesional para aportar a nuestros textos profesionalidad y credibilidad.