¿Cómo funciona un TPV y cómo montarlo?
En plena era digital, los pagos en efectivo han quedado relegados a un segundo plano. Es por este motivo que conviene tener en tu negocio un Terminal Punto de Venta (TPV). No te preocupes, puesto que no es algo prohibitivo a día de hoy. El sector low cost también ha llegado a estos productos, pudiendo optar por un TPV económico que funciona igual que los más caros pero a un precio para todos los bolsillos. ¿Quieres saber cómo?
Funciones de un TPV
Lo primero que llama la atención de estos dispositivos es su versatilidad. Y es que admiten pagos no solo en efectivo, sino también por medio de tarjeta. La lista de funciones va mucho más allá.
Gracias a su sistema tan intuitivo, cualquier empleado estará capacitado para gestionar el stock sin ningún tipo de dificultad, así como de hacer inventario cada vez que sea necesario.
Por si fuera poco, los TPV tan asequibles también emiten facturas y realizan análisis de Big Data para realizar tareas de marketing, averiguando así de qué manera es posible obtener una mayor cifra de clientes para así poder fidelizarlos.
Procedimiento de montaje del TPV
Aquellos comercios que prefieren un «todo-en-uno», optan por un Terminal Punto de Venta de tipo compacto. Sin embargo, ofrece una menor personalización si se compara con los TPV modulares.
Montar uno de estos últimos conlleva disponer de cierto hardware. El más importante es el monitor, ya que en él se mostrarán todos los datos que recopile el TPV.
Al funcionar como un ordenador, existe la posibilidad de conectar teclado y ratón. Aun así, poco a poco ambos van siendo sustituidos por las pantallas táctiles. Son más caras, por supuesto, pero se amortizan con la enorme comodidad que proporcionan.
Acto seguido hay que asociar dicho equipo tecnológico al datáfono por el que optes. Tradicionalmente los usuarios se han decantado por contactar con la entidad bancaria que más confianza les transmita, así como mejores condiciones -menos comisiones por transacción, mantenimiento, etcétera-. De esta manera es el propio banco el que proporciona el datáfono, el cual debe conectarse a la red de teléfono o de datos.
Un dispositivo esencial que hay que añadir al TPV es el cajón portamonedas para almacenar el dinero en efectivo, como billetes y monedas. Los cajones tiene 2 tipos de apertura, los que se abren de manera automática cuando se realiza el cobro y los que se abren de manera manual cuando el dependiente realiza el cobro al cliente. Últimamente, por motivo de comodidad e higiene han empezado a comercializarse los cajones automáticos donde es el cliente el que introduce el dinero directamente, sin necesidad de que el dependiente toque el dinero.
Otro dispositivo importante son las impresoras de tickets que se utilizan para imprimir el ticket de compra y que se comercializan en tres tipos de tecnología: térmicas, matriciales y de tinta. Las más baratas son las matriciales, pero son algo más lentas. Por otro lado, las térmicas son más rápidas y ofrecen la posibilidad de imprimir logotipos, aunque los recibos suelen deteriorarse un poco con el tiempo.
Por último, tenemos un dispositivo que podemos montar en nuestro TPV pero que no es esencial como los anteriores aunque sí es muy útil, el lector de código de barras.
Normalmente se trata de una «pistola láser» que puede leer la imagen del código de barras y convertirla en un código numérico que almacena toda la información sobre los artículos, como el precio, color, unidades disponible, etc. Existen 3 tipos: los lectores de código de barras ópticos, los CCD y los láser omnidireccionales.
Conviene destacar el hecho de que, gracias a la evolución de la tecnología, hoy en día es posible disponer de puntos de venta móviles. Setpay es una de las compañías que más han proliferado por las buenas condiciones que ofrecen. En este caso el único programa necesario es una APP.
Si el TPV es fijo, se requiere montar todo el hardware y posteriormente instalar un software que congenia perfectamente con las necesidades del negocio en cuestión. Generalmente se suele optar por un programa comercial que está previamente adaptado al ámbito a tratar: veterinario, supermercado, restaurante, tiendas de ropa, peluquerías, etcétera.