Streets of Rage 4 Review: Un clásico ahora moderno
El equipo de DotEmu y Lizardcube (Wonder Boy: The Dragon’s Trap) y Guard Crush Games (Streets of Fury) se ponen la difícil tarea de adaptar y continuar una saga amada por muchos. ¿Streets of Rage 4 lo consigue?.
Si eras un fanático de los beat’em up en la década de los 90 como yo, creciste con varios títulos que marcaron un antes y un después en el género: Golden Axe, Double Dragon, Captain Commando, Final Fight, Cadillacs and Dinosaurs e incluso Teenage Mutant Ninja Turtles. Entre todos estos «yo contra el barrio» no podemos olvidarnos de la saga Streets of Rage.
Creada por SEGA en 1991 la trilogía proveniente de Japón tuvo gran éxito en occidente, especialmente su segunda parte que aprovechaba los recursos técnicos para mejorar ataques y su banda sonora.
Combatir el crimen con combate callejero
La historia original de Streets of Rage seguía a Axel, Blaze y Adam, tres jóvenes policías que deben detener una organización criminal liderada por Mr. X.
Después de lograr su objetivo (varias veces) la cuarta parte de la saga vuelve a tener a Blaze, Axel y eventualmente Adam entre sus personajes elegibles. Se suman Cherry (hija de Adam) y Floyd un musculoso con brazos mecánicos. Su objetivo ahora es detener las fuerzas de los gémelos Y, hijos de Mr. X.
La historia no tiene grandes sorpresas y solo termina siendo una excusa para volver a utilizar los característicos personajes de la saga. Con esto basta y cumple su objetivo.
La ley de la calle
Los conocedores de los beat ‘em up ya saben que el objetivo de estos juegos es avanzar hacia adelante golpeando y rompiendo todo lo que se encuentra a nuestro paso.
Cada personaje tiene su estilo y algunos atacan más fuerte o más rápido que otros. A los golpes singulares se suman un ataque especial que consume nuestra vida y un ataque final que consume estrellas que podremos encontrar en los escenarios.
La vida se recarga consumiendo los famosos pollos rostizados y manzanas. Podrían haber añadido alguno más u otro que genere alguna habilidad particular pero a la falta de ello se nos brinda una gran variedad de armas para recoger. Espadas, lanzas, macanas, cuchillos, molotov, granadas; etc.
Hay en total 12 niveles para pasar, cada uno con su jefe final característico. Nuestro avance determina también una cierta cantidad de puntos que depende de combos que hagamos y bolsas de dinero que encontramos. Muchas veces llegar a cierta puntuación nos da una vida extra.
Si en algo se caracterizaba la saga Streets of Rage era su variedad de personajes y escenarios a la hora de propiciar puños y patadas. Y lo más importante, divertirse haciéndolo.
Las mecánicas del juego se sienten fieles al género. Es verdad que no introducen ninguna mejora sustancial pero hay cierta velocidad incrementada, especialmente cuando conectamos los combos correctamente.
El juego tiene un cooperativo hasta cuatro jugadores al mismo tiempo. Hasta dos jugadores se puede sentir viable, pero tantos le pierde un poco de gracia al desafío ya que no genera mayor dificultad por más usuarios.
Una vez que terminemos el modo historia podremos jugar a la selección de fase (cada nivel individualmente), la versión arcade sin continue, el combate con jefes, un combate con otros jugadores y el modo en linea para jugar cualquiera de las opciones pero online.
Para los más nostálgicos el juego no solo es bastante rejugable, sino también que consiguiendo puntuaciones más altas podremos destrabar los personajes retro de las versiones clásicas de Axel, Blaze y Adam; pero también poder jugar con Max Thunder y Skate Hunter de Streets of Rage 2 y Dr. Gilbert Zan y Shiva de Streets of Rage 3. No hay versiones actualizadas de estos personajes y tendremos sus clásicos pixels de 16 bits.
También hay cuatro niveles retro escondidos en donde podremos pelear con el mismísimo Mr. X de Streets of Rage 2.
Mano firme en la hoja de dibujo y en cada nota
Sin dudas el aspecto más actualizado y renovado de Streets of Rage 4 es su apartado gráfico. El modelaje de los personajes y los escenarios se han trabajado desde el bosquejo mismo. No solo se nota por la increíble paleta de colores, sino también por la fluidez de sus movimientos. Todo se puede ver en detalle en los extras del juego.
Las cinemáticas en formato de viñeta resaltan aún más la idea de formato comic dibujado a mano que tiene el título.
La música también tenía que estar a la altura de esas tonadas técnos que tanto nos acompañaron en la saga. Olivier Deriviere (Remember Me, A Plague Tale: Innocence) se encarga de la banda sonora que se escucha de maravilla y fusiona el estilo retro, tecno y funk de las grandes ciudades.